En un grato ambiente se llevó a cabo la premiación del concurso “Mi tarjeta de Navidad”, actividad que se realiza desde hace cinco años y que tiene el fin de galardonar y reconocer la creatividad artística de las niñas y adolescentes que residen en los dos hogares que mantiene Fundación La Frontera.
En sus palabras el Rector de la UC Temuco, Dr. Aliro Bórquez, señaló que “es un trabajo muy motivador para nosotros, ya sea para mí como presidente de la Fundación como también para todos quienes participaron en esta actividad: el voluntariado de la Universidad, los profesionales de la escuela de artes – quienes hicieron algunas clases iniciales de técnica- y los integrantes de la pastoral. Estoy muy contento que sigamos con esta tradición y con la participación del equipo de la Fundación y las niñas”.
Por su parte, la Directora ejecutiva de la Fundación, Alejandra Aburto, manifestó que “estamos contentos y agradecidos de la Universidad, además tenemos un vínculo fraterno y filial desde nuestros orígenes; por lo tanto, estos espacios que ya se ha transformado en una tradición nos hacen muy bien a todos, especialmente a nuestras niñas; que reciben un reconocimiento luego de un trabajo importante de reflexión sobre el nacimiento de Cristo y el mensaje que nos trae”.
A su vez, la directora de la residencia de niñas “Ayinray” de Nueva Imperial, Erlin Leal, señaló que “la instancia es un día especial, independiente de que una u otra reciba el premio ya el hecho de ver que sus compañeras suban al escenario, para ellas es grato”. Por otra parte, destacó que “la Universidad no sólo premia con el primer lugar, sino que también con menciones honrosas y eso es muy lindo porque las chiquillas se motivan para los próximos años. Aparte de aprender técnicas para realizar sus tarjetas, para ellas ha sido bueno vincularse con personas adultas de la Universidad, que les cuentan un poco de sus vidas y gracias a eso ellas van proyectando lo que quieren ser en sus propias vidas”.
Por último, la directora de la residencia “Newen Domo” de Lautaro, Roxana Rodríguez, indicó que “las chicas se esmeraron bastante. Además de hacer dibujos prepararon villancicos y eso las motiva y las pone contentas, les ayuda en su autoestima. El sentir que pueden hacer cosas bonitas las hace muy felices. Ha sido una buena experiencia, el apoyo de la pastoral y cada una de las actividades que los chiquillos realizan ha sido beneficiosa para las niñas de la residencia”, concluyó Rodríguez.
Periodista: Javiera Arriagada
Fotografía: Jorge Zúñiga V.
Dirección de Comunicación y Marketing
Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales